Dificultades como la ansiedad, depresión, obsesiones o ataques de pánico son nuestras respuestas naturales y significativas a los desafíos de la vida. La psicoterapia ayuda a entender de dónde vienen estas respuestas y a cambiar las construcciones subyacentes para que las reacciones y síntomas que nos hacen sufrir dejen de existir.
Construir significa organizar y dar estructura. La terapia constructivista es vista como una reconstrucción del significado personal dado a nuestra experiencia.
Trabajaré contigo para que logres alcanzar tus objetivos y puedas enfrentarte a los desafíos de la vida. Por lo tanto, la relación terapéutica es esencial para mí: se basa en la confianza, la seguridad y la colaboración activa.
La familia de psicoterapias constructivistas consiste en enfoques que comparten los puntos de vista antes mencionados. En mi práctica integro algunos de ellos para alcanzar la mayor efectividad posible.
El enfoque que más utilizo es la terapia de la coherencia, un método experiencial basado en la práctica clínica constructivista y el proceso de reconsolidación de la memoria. La terapia de la coherencia permite descubrir y transformar los esquemas emocionales inconscientes para que los síntomas de sufrimiento dejen de ocurrir y el crecimiento personal sea posible. Otros enfoques que integro en mi trabajo son la psicoterapia de constructos personales, terapia narrativa, terapia estratégica breve y la psicoterapia dinámica experiencial acelerada (AEDP).